En los casi 10 años de vida de la Tertulia bastantes han sido las anécdotas vividas. Sin duda la más destacada fue la protagonizada por el capataz Carlos Galice con quien se programó una tertulia para el día 22 de marzo de 2000 en la Casa de Hermandad del Perdón.
Íbamos a hablar de los orígenes del movimiento costalero en Almería por lo que decidimos encargar una placa a fin de entregársela como agradecimiento por su participación. Pero la tertulia nunca se produjo. Tras conceder un cuarto de hora de cortesía, se procedió a conceder otro cuarto de hora, este sí más preocupante al fin del cual tampoco apareció el invitado...
Finalmente hubo que tirar de móvil para ponerse en contacto con él que, con sorpresa, cogió el teléfono tras llevar media hora esperándonos a nosotros en otro sitio.
Al final se optó por desconvocar la tertulia con bastante tristeza; pero una tristeza que se tornó alegría cuando, recogiendo las cosas alguien leyó con detenimiento la placa que teníamos previsto entregarle y observó que ponía:
EN RECUERDO
¡Estaba mal escrito el nombre del invitado!
Ponía GALLCE donde tenía que poner GALICE. Así que de la tristeza por no haberse podido celebrar la tertulia pasamos a la alegría por no haber pasado la vergüenza de haber entregado una placa con su nombre mal escrito.
Así terminó el día que, en definitiva, menos mal que no fue el invitado...
Íbamos a hablar de los orígenes del movimiento costalero en Almería por lo que decidimos encargar una placa a fin de entregársela como agradecimiento por su participación. Pero la tertulia nunca se produjo. Tras conceder un cuarto de hora de cortesía, se procedió a conceder otro cuarto de hora, este sí más preocupante al fin del cual tampoco apareció el invitado...
Finalmente hubo que tirar de móvil para ponerse en contacto con él que, con sorpresa, cogió el teléfono tras llevar media hora esperándonos a nosotros en otro sitio.
Al final se optó por desconvocar la tertulia con bastante tristeza; pero una tristeza que se tornó alegría cuando, recogiendo las cosas alguien leyó con detenimiento la placa que teníamos previsto entregarle y observó que ponía:
EN RECUERDO
DE LA INOLVIDABLE TERTULIA
MANTENIDA CON
D. CARLOS GALLCE CANTON
TERTULIA COFRADE
VENGA DE FRENTE
MANTENIDA CON
D. CARLOS GALLCE CANTON
TERTULIA COFRADE
VENGA DE FRENTE
ALMERIA A 22 DE MARZO DEL 2000
¡Estaba mal escrito el nombre del invitado!
Ponía GALLCE donde tenía que poner GALICE. Así que de la tristeza por no haberse podido celebrar la tertulia pasamos a la alegría por no haber pasado la vergüenza de haber entregado una placa con su nombre mal escrito.
Así terminó el día que, en definitiva, menos mal que no fue el invitado...
