No hay ríos, huertos, casas ni pastores. No hay rebaños, caminos, piedras ni montañas. Niño, padres, ángeles y poco más. En el salón, uno. Otro en en el recibidor, por ejemplo. Todos nacimientos de pequeñas dimensiones y, sobre todo, el más curioso de todos, (que también reproducimos); una simpática representación, atípica, inusual.
domingo, 21 de diciembre de 2008
Los belenes de Pepe 'el de las marchas'
No hay ríos, huertos, casas ni pastores. No hay rebaños, caminos, piedras ni montañas. Niño, padres, ángeles y poco más. En el salón, uno. Otro en en el recibidor, por ejemplo. Todos nacimientos de pequeñas dimensiones y, sobre todo, el más curioso de todos, (que también reproducimos); una simpática representación, atípica, inusual.