sábado, 4 de julio de 2009

Con este paso y esta Virgen, ¿para qué más?

La Virgen de la Presentación de Córdoba es titular de una Hermandad de Vísperas y oasis estilista de las nuevas. Para hacer las cosas como Fernando ya tengo a Fernando. Lo ideal es que Rafael aporte algo de su cosecha, que cree y no se recree. Ahora que todos hacen lo que otros ya hicieron, ¿para qué quiero un misterio que es como el del Herodes si ya tengo el Herodes? Esta gente, en cambio (y pese a que hacen lo que otros ya hicieron) hacen lo que ahora nadie hace y eso los distingue. Con una Virgen dolorida y un pasito que en las fotos queda como un pasito de los de toda la vida. ¿Para qué más? Con fotografías a las que le sobra color para retrotraernos a los tiempos de los que nos hablan las fotos en sepia cuando las cosas se hacían con más personalidad que ahora y Fernando era Fernando, Rafael era Rafael e Indalecio era, a su manera, Indalecio.

La Hermandad del Santo Cristo de la Universidad, Nuestra Señora de la Presentación y Santo Tomás de Aquino lleva saliendo dos o tres años. No podemos precisar más porque tampoco interesa mucho el dato y cambia poco el epíteto de joven, nuevo o novísima. Porque es cofradía que por tal sale. La Virgen es obra de 1990, del imaginero cordobés Miguel Angel González Jurado y como leemos en el Diario de Córdoba 'la imagen presenta la particularidad de ir vestida siguiendo la moda de la Corte española de hacia 1570'. Y uno entiende mucho mejor las cosas si escucha a su Vicehermano mayor decir que 'la hermandad será una corporación marcada por la austeridad e inspirada en la estética de las cofradías de los siglos XVI y XVII'. Pero es que si encima uno sigue leyendo y ve que quien lo dice es Alberto Villar, catedrático de Arte de la Universidad de Córdoba, uno se lo empieza a creer. Lo siguiente es ver (leer sobre) el paso de la Virgen. El paso que nos enamora no es el definitivo. Este lo portan 20 costaleros (¿para qué más?). Leemos en ABC:
En el paso, sencillo y provisional, más detalles. Doctores de la Iglesia impresos en letras doradas. Los respiraderos, de carpintería, llevaban al centro los escudos de la cofradía, en el frontal; el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, en la trasera; y la Cruz de Alcántara y las cinco llagas en los costeros.

Más de cuarenta puntos de luz alumbraban a la dolorosa de la Presentación, rodeada de treinta y tres fanales doctorales que bordeaban el friso del paso, también con iris morados, y cuatro originales candelabros, rematados con tres puntos de luz en caoba de estilo barroco y terminación rústica a semejanza de unos antiguos que poseyó la hermandad, que anoche escribió con maestría el segundo capítulo de su corta pero fructífera historia.
¿Para qué más? No es cuestión de hacerse pesados repitiendo lo que todos saben, es cuestión de ver que hay más vida allá de la Resolana. Que hay más maneras de vestir que a pellizcos y más maneras de diseñar que dándole vueltas a los conceptos preciosos pero harto saciados ya de los palios sevillanos. Gloria bendita este paso que si provisional enamora, definitivo encadenará al buen gusto de por vida. Para ver más y mejor este paso así como conocer a esta Hermandad desde la distancia, pinchar aquí.