Viernes de Dolores de 1928. La de Dolores que había ese día. Y lo sorprendente de algunas, como la del Sagrario. Aunque de sorprendente tenga poco porque se sabía de su existencia y de sus cultos. Lo que sí llama la atención fueron los estrenos. Bonanza económica sabiamente gestionada por 'piadosas damas'. Ahora de aquello sólo nos queda la Soledad. La que, hoy como ayer, se sigue destacando por su solemnidad.