Esas tertulias del cielo que se van nutriendo de historia. O, mejor dicho, de cofrades que van dejando aquí la historia. A mediados de los ochenta llegaba la Merced de Dubé y la gente de aquí de siempre, del barrio, del Prendimiento, se inmortaliza con Ella. De esta fotografía faltaba ya Paco el de los papeles. Ahora se ha sumado a la tertulia con sabor a cuatro calles Manolo el joyero. Se nos van yendo los cofrades pero nos va quedando la memoria. Nos van quedando estas fotografías viejas y el vértigo fugaz de que aquí estamos de paso. Atesorando, como mucho, experiencias y vivencias de las que algún día hablaremos en esas tertulias del cielo. Mientras tanto, nos queda ir echando en falta cada vez a más gente en cada vez más fotos.martes, 12 de octubre de 2010
Esas tertulias del cielo
Esas tertulias del cielo que se van nutriendo de historia. O, mejor dicho, de cofrades que van dejando aquí la historia. A mediados de los ochenta llegaba la Merced de Dubé y la gente de aquí de siempre, del barrio, del Prendimiento, se inmortaliza con Ella. De esta fotografía faltaba ya Paco el de los papeles. Ahora se ha sumado a la tertulia con sabor a cuatro calles Manolo el joyero. Se nos van yendo los cofrades pero nos va quedando la memoria. Nos van quedando estas fotografías viejas y el vértigo fugaz de que aquí estamos de paso. Atesorando, como mucho, experiencias y vivencias de las que algún día hablaremos en esas tertulias del cielo. Mientras tanto, nos queda ir echando en falta cada vez a más gente en cada vez más fotos.