sábado, 17 de marzo de 2001

La carga mixta; argumentos a favor y en contra (y II)

Comenzó la tertulia tras la intervención de Manuel Vicente Barranco y que acabamos de leer. Javier Sánchez Sánchez, el otro invitado se disculpó por no haber dispuesto de tiempo suficiente para preparar su intervención si bien se declaró abiertamente partidario de las cuadrillas mixtas con el argumento de que si a un ensayo se cita a los costaleros, las mujeres son más puntuales y dan mejores resultados. No importa que estén mezcladas las cuadrillas como en el caso de las Angustias o la Estrella.

Uno de los asistentes valora el hecho de que los pasos salgan y entren con mujeres debajo, pero bajo los faldones se oye cierto tipo de comentarios que pueden resultar violentos para una mujer a lo que Javier Sánchez responde que la mujer sabe a lo que va; que acepta entrar en una cuadrilla con todas las consecuencias.

Manuel Vicente Barranco, por su parte, considera que se trata de un problema de actitud; él saca desde 1988 el palio de la Virgen del Consuelo y nunca se le ha ofrecido una mujer. ¿Y una cuadrilla íntegramente de mujeres? Manuel Vicente se muestra totalmente disconforme alegando que hay pasos como el Descendimiento o el Prendimiento, o palios como el de la Merced en los que no darían resultado. Javier Sánchez, por su parte, discrepa de Manuel Vicente indicando que a un 50% de hombres y mujeres incluso esos pasos irían bien.

A la pregunta de cómo se presenta el futuro, Manuel Vicente lo tiene claro en alusión a algo que ya dijo al introducir la tertulia: que hay pasos y pasitos. Añade que, estéticamente, también hay que acondicionar un paso para mujeres. Por ejemplo al de la Columna hubo que cortarle los zancos por la determinada estatura de la cuadrilla de mujeres que lo sacó.

Si, como parece claro, las mujeres entraron debajo de los pasos por falta de hombres, ¿a qué se debe esa falta de costaleros? Para Manuel Vicente la clave está en que al costalero no le gusta que le compliquen la vida el resto del año. Si a eso añadimos lo que se abusa de ensayos y las burradas del pasado, podemos entender por qué faltan costaleros. Javier Sánchez añade que muchos costaleros sacan varios pasos por lo que deben ensayar varias veces a la semana. Además considera que los capataces suelen ser muy prepotentes pues cuando consideran que tienen de más se deshacen de ellos sin arroparlos.

¿Hace falta haber sido costalero para ser capataz? Para Manuel Vicente creer eso es un error. El de capataz es un oficio como otro cualquiera que se debe aprender con especial énfasis en las igualás, muy poco -o nada- trabajadas en Almería.