miércoles, 6 de febrero de 2008

Por fin tanto para tan poco tiempo...


Un duradero debate, la eterna tertulia, las Vísperas. Hoy es Miércoles de Ceniza y se nos precipitan las ganas entre síntomas o signos de una dolorosa semana. Conos invertidos, luces, olores, horas, ritmos, programas. Cultos y homilías, montajes, cera y flores. Sillas plegadas en las iglesias y tubos y madera en el Paseo. Páginas en diarios, horas en la radio, programas en televisión. El agosto pese al frío de unos. Ensayos, esqueletos de hierro y de madera con piel de cemento. Viernes sin carne, con ayuno y abstinencia. Un viernes con colas. Muchos con la piedad de otros tiempos por sus naves. Cera de colores, traslados, bediciones, estrenos, la limpieza de la plata, visitas furtivas a efímeros altares. Risas llegando tarde a casa, prolongados encuentros a una puerta y lo que cada uno añada, de su particular cosecha, al tiempo precioso de Vísperas que hoy comenzamos a agotar porque nunca se hace tanto a lo largo del año como en los próximos 4o días.