sábado, 26 de abril de 2008

SALVX INFIRMORVM, ORA PRO NOBIS

Mirándonos sin encontrarnos hoy en sus manos antiguas pedimos ayuda al enfermo. La Virgen de la Esperanza duerme en una capilla, dentro de la Catedral, y hoy tenemos que leer en el anverso de algunas estampas que sus hermanos editan de cuando en vez lo siguiente:

Míranos Madre, venimos a pedir tu amparo. Son muchos los hijos tuyos que sufren la más terrible enfermedad, el cáncer, y nosotros nos esforzamos en ayudarlos, con la esperanza de mitigar sus dolores, y que en su vida o en su muerte encuentren el alivio que les ha dar la fe que ponemos en Tí.

G
uía Tú nuestros pasos, para que nuestro corazon no desfallezca. Danos; fuerza, a los que sufrimos esta enfermedad para que sepamos ofrecerte nuestros sufrimientos y que nuestros dolores sirvan para purificarnos; a los que tenemos algún familiar o amigo enfermo, fuerza y constancia para ayudarle a llevar la cruz; a nuestros médicos y científicos, luz para que encuentren remedio a este azote de la humanidad; y, a todos los que trabajamos unidos para llevar adelante esta Asociación, concédenos hagamos todo viendo en cada enfermo a tu Divino Hijo.